
Criticar a la Iglesia católica (o cualquier religión institucionalizada) sigue siendo un tabú en México y esto ha ocasionado que una teoría de conspiración tan absurda como la “ideología de género” haya cobrado tanta fuerza en el país en los últimos años, amenazando con frenar o revertir derechos sociales que creemos ganados; además de alimentar la misoginia, homofobia y transfobia que cobra vidas todos los días. También ha propiciado que la institución sea incapaz de resolver sus problemas internos como las sociedades secretas en su interior, la corrupción y el encubrimiento sistemático de pederastia clerical.
La ciencia y las sociedades avanzan, pero hay quienes se rehúsan a aceptar el cambio por miedo, ignorancia o simplemente porque hay mucho dinero y poder de por medio. Para poder combatir las injusticias a nuestro alrededor debemos estar bien informados, por eso me di a la tarea de hacer una investigación profunda sobre todo este fenómeno “anti-género”.
Aquí se puede leer la primera parte.